Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas,
guardé silencio,
porque yo no era comunista,
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata,
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista,
Cuando vinieron a llevarse a los judíos,
no protesté,
porque yo no era judío,
Cuando vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar.
Este poema, de Martin Niemöller, un pastor luterano, nos recuerda la importancia de luchar contra los abusos y la injusticia allá donde la veamos, aunque no seamos víctimas de dicho abuso.
A día de hoy podemos encontrar abusos e injusticia simplemente con poner un pie en la calle. Casi todas las semanas hay manifestaciones en las principales ciudades de este país. Precariedad laboral, precariedad sanitaria, educativa y económica. Tal vez pienses que son cosas que a ti no te afectan, pero tal vez algún día si lo hagan y entonces no quede nadie para defenderte.
P.D.: Por cierto, me encantan las réplicas, si son educadas y fundamentadas, así que anímate a contestar... agradezco los comentarios y son bienvenidos. Por otro lado, si encuentras algún error o dato complementario que crees que debería aparecer en esta entrada, no dudes en comentármelo. Muchas gracias, y espero que te haya gustado... o cabreado.
Y si te ha gustado este artículo pero te da pereza ponerte a contestar, por favor, pincha en las etiquetas de blogger, twitter o facebook. Es muy facil, rápido, y ayudas a que este blog sea conocido. Estaré eternamente agradecida.