Ya está hecho. Después de varias semanas dándole vueltas al asunto, por fin tengo mi propio blog. Como la más moderna. Ahora me encuentro con una ventana abierta al mundo donde dar rienda suelta a todas esas cosas que he querido decir y me he callado.
El problema es que cuando una se encuentra con un montón de folios en blanco, con un espacio infinito, empieza a dudar sobre cuál es el orden en el que quiere plasmar sus ideas. ¿Qué debo contar? ¿Qué es más importante? Así pues, lo mejor es que empiece por donde empiezan todas las relaciones interpersonales... la presentación.
Soy La Mala, La Mala Sangre. Podría hacerme la importante y decir que soy una famosa rapera, pero con mi apellido no se puede llegar muy lejos en el mundo de la fama y el éxito. Así que dejemos esto para Rodríguez, la otra Mala. También podría decir que soy una chica despampanante, de esas que hacen quitar el hipo a los tios, pero tampoco es verdad.
Soy pequeñita, muy pequeñita. También soy muy delgada, ligera diría yo. Ni morena, ni rubia, ni pelirroja, ni castaña. Mis ojos no son de ningún color en particular y de todos a la vez. ¿Y cómo puede ser esto? Pues porque realmente no soy... o no lo que puede parecer.
Mala Sangre, es un Alter Ego, un producto de la mente de una persona que, harta de callarse ante hechos de esta vida que la indignaban, decide usar este blog como válvula de escape para liberar esa mala sangre que le hierve en las venas.
Se acabo el callarse las cosas, cuando no se pueda o deba protestar, La Mala dirá lo que no debe o puede decirse.
El problema es que cuando una se encuentra con un montón de folios en blanco, con un espacio infinito, empieza a dudar sobre cuál es el orden en el que quiere plasmar sus ideas. ¿Qué debo contar? ¿Qué es más importante? Así pues, lo mejor es que empiece por donde empiezan todas las relaciones interpersonales... la presentación.
Soy La Mala, La Mala Sangre. Podría hacerme la importante y decir que soy una famosa rapera, pero con mi apellido no se puede llegar muy lejos en el mundo de la fama y el éxito. Así que dejemos esto para Rodríguez, la otra Mala. También podría decir que soy una chica despampanante, de esas que hacen quitar el hipo a los tios, pero tampoco es verdad.
Soy pequeñita, muy pequeñita. También soy muy delgada, ligera diría yo. Ni morena, ni rubia, ni pelirroja, ni castaña. Mis ojos no son de ningún color en particular y de todos a la vez. ¿Y cómo puede ser esto? Pues porque realmente no soy... o no lo que puede parecer.
Mala Sangre, es un Alter Ego, un producto de la mente de una persona que, harta de callarse ante hechos de esta vida que la indignaban, decide usar este blog como válvula de escape para liberar esa mala sangre que le hierve en las venas.
Se acabo el callarse las cosas, cuando no se pueda o deba protestar, La Mala dirá lo que no debe o puede decirse.
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